- El error de enfocarse solo en la estética y no en la funcionalidade, web que no genera clientes.
- No basta con tener una web, hay que trabajar en ella después
- Nuestro enfoque: claridad y estrategia desde el principio
El error de enfocarse solo en la estética y no en la funcionalidades, web que no genera clientes.
Muchas empresas invierten en una web con un diseño llamativo y moderno, pero con el tiempo se dan cuenta de que su web no genera clientes, no recibe tráfico y las ventas siguen igual. ¿Por qué ocurre esto?
Porque una web no solo debe ser visualmente atractiva, sino que debe estar estratégicamente diseñada para captar y convertir clientes. Algunos de los errores más comunes son:
- No tener llamadas a la acción claras que guíen al visitante a contactar o comprar.
- Navegación confusa, haciendo que el usuario se pierda dentro del sitio sin encontrar lo que busca.
- Textos que no transmiten confianza, sin una propuesta clara de valor o sin resolver dudas del cliente potencial.
- SEO inexistente o mal aplicado, lo que impide que la web aparezca en Google en búsquedas relevantes.
- Carga lenta y fallos técnicos, que generan una mala experiencia y hacen que el usuario abandone la web sin interactuar.
Una web bonita no es suficiente si no está pensada para vender.
Cuando el cliente quiere algo que no funciona… y no quiere cambiarlo
A veces, el mayor obstáculo para que una web sea efectiva es la resistencia del propio cliente a cambiar su idea inicial.
Es comprensible que un negocio tenga una visión clara de cómo quiere su web, pero en muchas ocasiones, lo que el cliente quiere no es lo que realmente funciona.
- Diseños que no encajan con los modelos establecidos de conversión y experiencia de usuario.
- Estructuras poco intuitivas que hacen que el usuario no encuentre fácilmente la información.
- Exceso de texto o falta de contenido relevante, perdiendo oportunidades de retener visitantes.
- No querer aplicar mejoras recomendadas basadas en la experiencia del diseñador web.
Por más que se explique la importancia de ciertos elementos, hay clientes que insisten en mantener su idea original, aunque eso perjudique el rendimiento de la web.
Por eso, siempre dejamos claro desde el principio qué es recomendable, qué no y por qué. No se trata de imponer cambios, sino de asesorar con criterio para que la web cumpla su objetivo: atraer clientes y generar ventas.
No basta con tener una web, hay que trabajar en ella después
Una web bien diseñada es solo el primer paso. Si después de su lanzamiento no se trabaja en redes sociales, posicionamiento y reputación online, la web quedará en el olvido.
Dos errores comunes de los clientes son:
1️⃣ Pensar que la web funcionará sola sin promoción externa. Sin estrategias de redes sociales, campañas de marketing o contenido actualizado, la web no tendrá visitas ni relevancia.
2️⃣ No pedir reseñas a clientes satisfechos. Las reseñas generan confianza y mejoran el posicionamiento en Google, pero muchos negocios no las solicitan, perdiendo oportunidades valiosas de crecimiento.
Por eso, desde el inicio del proyecto, dejamos claro qué aspectos dependen del trabajo posterior del cliente y cuáles podemos gestionar con servicios adicionales, como redes sociales o estrategias SEO avanzadas.
Nuestro enfoque: claridad y estrategia desde el principio
Cuando desarrollamos un proyecto web, nos aseguramos de que el cliente:
✅ Entienda qué elementos son clave para que la web funcione.
✅ Reciba asesoramiento sobre lo que realmente necesita, sin elementos innecesarios.
✅ Sepa que sin estrategias de marketing digital, la web no alcanzará su máximo potencial.
✅ Conozca la importancia de las reseñas y la reputación online.
Una web no es solo un escaparate digital, es una herramienta de negocio. Hacerlo bien desde el inicio ahorra tiempo, dinero y frustraciones a futuro. Contacte con nosotros para una llamada sin compromiso